Nissan Leaf 2018… Finalizando el recorrido

Nissan Leaf llega moviendo el piso a sus rivales, si es que los tiene. Es que es un coche que puede competir tanto con el más clásico compacto como con los futuristas eléctrico. Es realmente un pionero en su estilo, un verdadero coche con personalidad propia. Siempre conservando eficiencia que caracteriza a Nissan. Posee todas las virtudes para sorprender hasta a los clientes más exigentes

Iniciamos la marcha en el reporte anterior, vimos cómo, subiendo al Teide, el par y la potencia del Nissan Leaf producen un excelente empuje constante, sin ningún vacío en dicha potencia. Sentimos cómo el Leaf inicia su empuje apenas insinuamos presión en el acelerador, permitiéndonos subir a un maravilloso ritmo. No aparecieron los “normales” ahogos de los vehículos de combustión cuando se someten a esas extremas situaciones. Bueno, más los que poseen cambio manual.

» Sabemos que el Nissan Leaf es un coche compacto, pero también sabemos que no es cualquier compacto. Y es precisamente esa gran diferencia la que se debe valorar aún más (…) es el primer coche eléctrico que muestras cifras homologadas con la normativa WLTP.»

Nissan Leaf 2018. Seguimos subiendo al Teide

Y continuamos en la subida, y notamos una magnífica dirección, además de frenos muy potentes al circular bajo el modo “normal”. Aún sin activar el sistema e-pedal. Realmente el comportamiento del Nissan Leaf deja un excelente sabor en la boca al subir al Teide.

Y cuando bajamos, solo confirmamos los excelentes datos recabados al subir. Pero, claro, aprovechamos para comprobar la recarga y regeneración del Leaf a su batería nueva con capacidad de 40 kWh. Y aquí sí pulsamos la tecla para activar el sistema e-pedal para iniciar el descenso, una gran comodidad. Solo tuvimos que estar pendientes del acelerador, ya que debíamos levantar el pie antes que apareciera la curva cerrada, así el Leaf hacia su retención y entrabamos en la curva a una correcta velocidad. A la vez que la carga en la batería va incrementándose de manera progresiva.

Rápidas reacciones

Debido a esta acción, tenemos reacciones más rápidas y vivas en el Leaf. Por ejemplo, no tenemos que levantar completamente nuestro pie del pedal del acelerador para hacer que el coche inicie la frenada. Es una gran virtud del coche, ya que, cuando nos hemos acostumbrado a su tacto, podemos llevar una conducción más intuitiva.

Durante el descenso del Teide, fue a un excelente ritmo, reafirmándose el aplomo del Leaf y la confianza que transmite, tal cual lo demostró en la subida. Y con estas virtudes, también puede pararse frente a frente con cualquier coche compacto.

Un compacto fuera de serie

Sabemos que el Nissan Leaf es un coche compacto, pero también sabemos que no es cualquier compacto. Y es precisamente esa gran diferencia la que se debe valorar aún más. Y aquí es donde entra el consumo. Pues, el nuevo Nissan Leaf es el primer coche eléctrico que muestras cifras homologadas con la normativa WLTP. Consumos que han sido medidos bajo situaciones reales, así que, son valores más ajustados que el usuario conseguirá.  

Con la nueva normativa, la autonomía de 385 kilómetros se convierte en apenas 270 kilómetros, que serían 415 si solo tomamos medición del consumo en la urbe. Pero, el panorama cambia, por lo menos a nivel psicológico. Y durante nuestra prueba en marcha, hemos comprobado que los 270 kilómetros es un valor más real que los iniciales 385. Hemos recorrido un total de 100 kilómetro, transitando por autovías y por carretera de montaña, y lo hemos realizado a un excelente ritmo. Y luego de marchar este kilometraje, la autonomía inicial de 269 kilómetros que marcaba el Leaf a la salida, se convirtieron en 159 kilómetros. Y todavía disponemos del 59% de carga en la batería.

Es verdad, que al subir el Teide, la autonomía se ha reducido bastante rápido, pero, es también cierto que al bajar, el sistema e-pedal y la capacidad que posee el leaf de regeneración, hace que autonomía se incremente a medida que más distancia recorres. Así que el rendimiento del Nissan Leaf es más que satisfactorio. Y eso que en la marcha no hemos buscado la máxima eficiencia, pues tenemos datos, que al buscarla en un recorrido igual al de nosotros, terminó con el 79% de carga en la batería. Increíble ¿Verdad?

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